Codillo de res a la cubana
- 4 Porciones
Blog y receta original de
Bren Herrera
Bren es una experta bilingüe en estilo de vida, personalidad de televisión, autora y defensora social que explora y busca lo mejor de la vida. Usa la comida, los viajes y la cultura para mostrar nuevas experiencias a través de su cocina y narración. En su conmovedora cocina, combina recetas de Cuba, sinónimo de cultura y cocina africana, europea y española, con sabores y texturas modernos, para crear platos memorables e inteligentes.
Codillo de res a la cubana
En esta casa afrocubana, la Navidad parece salida directamente de un estudio de grabación de películas navideñas de Hallmark Channel. La casa está iluminada con luz de estrellas, con combinaciones de colores suficientes para confundirte. Una familia de renos serpentean por la pendiente de nuestro terreno junto a muñecos de nieve inflables y a Santa Clos (Así le llamamos a Santa Claus en espanglish). Ah, y las columnas adornadas en nuestra puerta principal, envueltas en guirnaldas frescas. Y eso es solo fuera de la casa. El interior es como la fábrica de los duendes. En verdad, nuestra casa ha sido siempre la envidia de los vecinos, amigos y familiares.
Y luego está la comida, el centro de la ocasión. Con el servicio a los demás y la celebración de Cristo, que comprendemos y distinguimos, la navidad es la razón perfecta para reunir a todos nuestros amigos y familiares para compartir el pan de la manera más especial y memorable.
En la mayor parte de América Latina, la Nochebuena, marca el inicio de los 12 días de Navidad, que duran hasta el 6 de enero, el día de la Epifanía. Antes de eso, la mayor parte de América Latina, específicamente México, celebra Las Posadas, un homenaje religioso de 9 días al viaje que María realizó para que Jesús naciera seguro en Belén. Del 16 al 24 de diciembre, se llevan a cabo las celebraciones de la iglesia, fiestas en casas, cenas y festivales callejeros con personas vestidas como María y José. Sin embargo, en nuestra casa cubana, Las Posadas adoptan un enfoque ligeramente diferente. Nuestras Parrandas, que se ajustan más al estilo caribeño de carnaval, eran un llamado a la misa de medianoche la semana anterior a Navidad. A medida que avanza el espíritu cubano, después de la misa (si eres católico), la fiesta se traslada a las calles para disfrutar de horas interminables de villancicos joviales, complementados por música de raíces africanas no sincronizada, creada al golpear ollas y sartenes. Así es, de verdad. Lo hacemos en la víspera del Año Nuevo.
Si bien no honramos a Las Posadas de la misma manera religiosa que la mayoría de los otros países latinoamericanos, sí sabemos cómo organizar una buena fiesta previa a la Navidad. Ayuda que dos de mis hermanos cumplan años a mediados de diciembre, y que tenemos un sobrino adolescente que completa el jolgorio de los cumpleaños. ¡Y ahí es cuando comienzan nuestras festividades navideñas!
Durante las cenas festivas, nuestro plato central siempre es carne. Algún tipo de carne. Gracias a mis amigos de Rumba Meats, podemos mantener vivas nuestras tradiciones y nuestra cultura para que los niños y la próxima generación las aprecien y disfruten. Normalmente comemos carnes que son más difíciles de encontrar en cadenas de tiendas de comestibles… ya sabes, rabo de res, pancita (¡mi favorita!), lengua de res, cachete de res y algunas otras. Si las encuentro, son escasas y los precios son extravagantes. Rumba lo entiende. Ellos saben que celebramos nuestra cultura a través de la comida que comemos. Su selección de carnes frescas es de alta calidad y se conservan bien en envases sellados al vacío, lo que les permite mantenerse frescas durante hasta 28 días. Eso es suficiente para conservar la carne durante toda la temporada de Navidad.
Para la celebración de cumpleaños de nuestros hermanos la semana pasada, comimos una cena cubana robusta y fabulosa: rabo de res con yuca, una receta que desarrollé al escribir mi libro de cocina. Tiene un toque muy auténtico que toda la familia disfrutó. También preparé este plato extremadamente delicioso con codillos posteriores de res de Rumba Meats (vida útil de aproximadamente 25 días mientras todavía están sellados al vacío), cocidos a presión en una salsa clásica de tomate y vino tinto, con 2/3 de nuestra santísima trinidad y un sabor nuevo para mi familia: pimentón ahumado. Serví los codillos enteros y los combiné con papines asados. La salsa rebosaba, había un poco de más para saturar un tazón de esponjoso arroz blanco. Porque eso es lo que hacemos los latinos. Comemos arroz con todo.
Si bien la cena siempre se prepara con el tipo de guion digno de un estilista de comida, invité a una ligera desviación. Decidí traer de vuelta la cultura de las Parrandas, que se alinea con una serenata de fondo de los tres niños cantando Feliz cumpleaños y Las Mañanitas. Tan pronto como terminó la cena, se cortó el postre y la música subió un decibelio, saqué una piñata con forma de estrella. ¡Dios mío! No recuerdo la última vez que hicimos un círculo alrededor de una caja llena de golosinas y todo tipo de cosas inimaginables. Si has golpeado una piñata, sabes cómo funcionan estas cosas. Le cubres los ojos al bateador, lo haces girar para perder el equilibrio y lo dejas que se encargue.
Y eso hicimos. Con 7 niños chicos, mis dos hermanos y mi preciosa madre bateando, el comedor de mi primo pasó de ser un comedor a un caos de un patio de juegos. Demoramos 30 largos minutos en romper la piñata llena de dulces mexicanos. Y al igual que en mi infancia, los niños se tiraron dolorosamente al piso para recoger tanto como podían por sí mismos.
El resto de nosotros, los que manteníamos el orden, disfrutamos de que los niños limpiaran el colorido desorden mientras muchos de nosotros regresamos al pasado por unos segundos. La cena aún estaba organizada, estilo bufet.
¡Eso fue la semana pasada! La Nochebuena se centrará en lo siguiente… y eso significa más carne y más locura por la piñata. Es la temporada, ¿verdad?
Feliz Navidad y Merry Christmas, mi gente. Dios los bendiga.
Ingredientes
- Codillo posterior de res Rumba Meats® (1.5 libras)
- 2 cucharadas de aceite de canola
- Sal y pimienta negra, al gusto
- ½ taza de caldo de carne
- 5 dientes de ajo
- ½ cebolla morada cortada en juliana
- ½ taza de salsa de tomate
- ½ cucharadita de comino
- 1 cucharadita de orégano seco
- 1 cucharadita de vinagre de vino tinto
- 1 cucharadita de pimentón ahumado
- 1 cucharadita de salsa de soya ligera
Notas sobre la receta
Sirve con tu elección de papas asadas a la sartén, arroz, puré de papas o un plato de verduras. Deja que la salsa de la carne sature el arroz.
Instrucciones
- Seca con golpecitos los codillos y corta el exceso de carne. Condimenta con sal y pimienta en ambos lados.
- Calienta el aceite en una olla a presión. Con pinzas, coloca los codillos sobre el aceite caliente y dora de cada lado durante 1 a 2 minutos.
- Reduce el fuego a medio-bajo, agrega el caldo de carne, el ajo y la cebolla. Cocina durante 5 minutos.
- Agrega la salsa de tomate, el comino, el orégano, el vinagre, el pimentón y la salsa de soja.
- Cierra la olla a presión y ajústala a presión alta. Cocina a fuego medio-alto durante 30 minutos hasta que los codillos estén tiernos y alcancen una temperatura interna de 160 ºF. Retira del fuego y deja que la presión se libere por sí sola.
- Abre la olla; revuelve la salsa ligeramente con una cuchara de madera. Transfiere los codillos a un plato para servir y cubre con salsa.
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