Hígado a la italiana
- 30 Tiempo de preparación
- 20 Tiempo de cocción
- 4-6 Porciones
Blog y receta original de
Bren Herrera
Bren es una experta bilingüe en estilo de vida, personalidad de televisión, autora y defensora social que explora y busca lo mejor de la vida. Usa la comida, los viajes y la cultura para mostrar nuevas experiencias a través de su cocina y narración. En su conmovedora cocina, combina recetas de Cuba, sinónimo de cultura y cocina africana, europea y española, con sabores y texturas modernos, para crear platos memorables e inteligentes.
Hígado a la italiana
Crecí comiendo casi todos los cortes de carne en nuestra casa de fuertes raíces cubanas. Como no comíamos cerdo ni mariscos, todo lo demás era una posibilidad. Eso significaba que cualquier parte de la vaca llegaba hasta nuestra mesa. Me presentaron las vísceras a una edad muy temprana… cosas que creí que eran abominables, pero para las que más tarde desarrollé un paladar. Cosas como la pancita, la lengua, las mollejas y el hígado eventualmente se volvieron atractivas. De esas cuatro, la pancita y la lengua son mis favoritas. Las mollejas vienen en tercer lugar y el hígado… bueno, salvo en forma de paté, no es mi favorito. No me agrada la textura. Pero tampoco es un trozo “carne” de buen aspecto. A mi madre, por otro lado, le encanta el hígado. Me cuenta historias de platos básicos que mi abuela preparaba en La Habana. El hígado a la italiana era uno de ellos.
Básicamente, se trata de hígado en rodajas condimentado con hierbas secas y salteado con la santísima trinidad de la cocina cubana. Cuando le dije que estaba trabajando con Rumba Meats, me pidió de inmediato que le consiguiera un poco de hígado para prepararlo. Pensó que podría revivir algunos de sus recuerdos de la niñez, pero también crear y disfrutar de un plato que nadie en su casa querría comer. Ya que mi padre, mis hermanos y yo, pasamos. Tengo esa única advertencia, que es lo suficientemente persuasiva como para probar su plato de homenaje.
Cuando invité a mi madre a preparar este plato conmigo, nos reímos de su simplicidad. Reflexionamos sobre sus raíces y ambas nos quedamos cortas. Ella se río de mi reacción automática de elevar todo lo cubano al agregarle algún toque de fusión. Le recuerdo que mis viajes internacionales me permiten ver más allá de nuestras tradiciones, muchas de las cuales nacen por necesidad absoluta.
Cuando los ingredientes son limitados y el gobierno dicta en gran medida los alimentos, uno come lo que puede y lo aprovecha al máximo. Dado que nuestra investigación nos dejó pidiendo más información, llegamos a la conclusión de que este simple guiso de hígado surgió de una experiencia orgánica con una mujer italiana que visitaba la isla durante los días de casino de La Habana Vieja. Comió este plato muy rústico en un restaurante local, le encantó y le asignaron un nombre formal.
Esa es nuestra historia. Me aseguraré de actualizar esta publicación cuando encuentre más información sobre su origen. Mientras tanto, desde nuestra cocina hasta la tuya, un plato muy clásico y omnipresente que pudimos disfrutar juntos, cortesía de Rumba Meats. Mi madre y yo le agregamos nuestro respectivo toque: Ella y sus ingredientes clásicos; yo, con un toque de calor y una mezcla colorida de pimientos rojos asados y microverduras que, por casualidad, tenía… en nombre de la hermosa decoración.
Mis amigos de Rumba entienden el valor sentimental de celebrar nuestra cultura a través de los mismos alimentos que nuestros respectivos países que nos llegan al corazón. Desde estas vísceras hasta los cortes de mejor calidad como el rabo de res… que puedes hacer y bailar mientras mi mamá y yo preparamos mi rabo encendido favorito, ellos apoyan nuestros alimentos robustos y celebran nuestras explosiones culinarias.
Ingredientes
- Hígado de Res Rumba Meats® (1 paquetes)
- 1 bolsa de hígado Rumba Meats
- 1 cucharadita de orégano seco
- ½ cucharadita de comino molido
- ¼ cucharadita de pimiento rojo triturado
- ¼ cucharadita de sal
- 3 dientes de ajo picados
- 2 cucharadas de vinagre de vino tinto
- ½ pimiento verde cortado en juliana
- ½ cebolla española cortada en juliana
- 2 cucharadas de aceite de oliva, divididas
- ¼ taza de pimiento rojo cortado en cubos
- Arroz blanco cocido, cantidad necesaria
Instrucciones
- Enjuaga el hígado de res y sécalo con una toalla de papel. Transfiérelo a un tazón para mezclar. Sazona el hígado con orégano, comino, pimiento rojo, sal, ajo y vinagre. Revuelve bien y cubre. Llévalo al frío durante 20 a 30 minutos (opcional).
- Calienta 1 cucharada de aceite a fuego medio; agrega el hígado sazonado, el pimiento verde y las cebollas. Revuelve bien y cubre. Cocina durante 15 minutos a fuego medio hasta que el hígado esté tierno y alcance una temperatura interna de 160 ºF. Mantén la preparación caliente.
- Mientras se cocina el hígado, calienta una sartén pequeña a fuego alto y agrega la cucharada de aceite restante. Agrega el pimiento rojo al aceite caliente y cocina hasta que los pimientos comiencen a quemarse y se formen ampollas.
- Sirve el hígado con los pimientos y las cebollas sobre arroz blanco esponjoso. Decora con pimiento rojo asado.
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